Las manos, herramientas del alma
La obra de Roque Martínez sorprende por su rotundidad geométrica vestida con una gama infinita de matices cromáticos y tonales, cuya aparente aleatoriedad responde a un minucioso control del “pit firing”, técnica ancestral de cocción que adquiere en las manos de Roque una insólita expresividad. Esta técnica se conoce como la más antigua conocida, con piezas fechadas en 25000 a. C. Las piezas se colocan en un foso u hoyo rodeadas de materiales combustibles cuya quema afectará a la superficie de la cerámica, creando colores y patrones caprichosos, totalmente únicos e irrepetibles.
Sus investigaciones le han llevado a reproducir piezas ibéricas y griegas, estudiando las técnicas y costumbres de los ancestrales pobladores de la península ibérica. Sus formas tienen unas líneas limpias, sacando todo el partido al volumen y consiguiendo óvalos, botellas y jarrones de cuellos imposiblemente estrechos y delicados . También ha hecho esculturas y colaboraciones con Domingo Millán, por ejemplo.
Roque nació en Agost (Alicante) en 1964 y desde muy pequeño estuvo en contacto con la cerámica, viendo cómo su abuelo, padre y tíos creaban piezas en el torno. Durante años se dedicó a la alfarería tradicional de su zona (botijos, macetas, lebrillos, etc), pero pronto su imaginación despegó, experimentando con materiales y técnicas más artísticas. Actualmente trabaja con gres, con sus propios esmaltes y en horno de gas a 1200º C. Sus piezas destacan por sus tonalidades, formas sencillas pero armónicas y los acabados suaves y bruñidos. A su sólida formación de alfarero, se suma un constante interés por la investigación en las técnicas de horneado, dando lugar a una obra de gran personalidad. En su larga carrera, Roque Martínez ha realizado numerosas exposiciones por toda España, pero también en Francia, Bélgica o Estados Unidos.